Hola queri-dos(as):
Me arden los deditos solo de pensar en la nota que
estoy escribiendo queri-dos.
Recientemente el hombre más hambriento de la High
Society opositora, Guillermo Fariñas, se reunió con Samatha Power, la rubia
americana que es embajadora de Estados Unidos ante la ONU. Y dicen las malas
lenguas que el pobre Coquito hambriento fue a trasquilar y salió trasquilado.
Por lo que me cuentan, míster Coquito hambriento
fue a pedirle a la regia rubiecita que le tirara un salve – como dicen en Cuba –
(qué cosas tienen estos cubanitos) para que el Parlamento Europeo lo nombre
asesor en tema de Derechos Humanos en Cuba. Si, como lo leen queri-dos.
Pero la cosa no para aquí.
Míster Coquito hambriento, fue con dos javitas, la
de la extraterritorialidad de la rubia regia y la de impacto nacional, y luego
de pedir el primer deseo, se lanzó al segundo y al tercero. Lo próximo que
pidió fue que se le consiguieran contactos en el sector académico de Estados
Unidos, para impartir conferencias regulares en distintas universidades (todas
de prestigio) sobre el tema de los Derechos Humanos y su lucha personal en
Cuba.
La parte cómica es que la rubiecita regia,
acostumbrada ya a las hambres prolongadas del Coquito, y sabiendo de los
aguacates de Doña Marta Beatriz (la viejita del poder), le dio la única
respuesta posible en un caso como este: “Tomaré
nota, pero sin comprometerme en nada”. Bravo!!! Qué talento!!!! Que diplomacia!!!!
Bra-ví-si-mo queri-da!!
El Coquito hambriento salió con el rabo entre las
patas, y la esperanza de que a la habilidosa embajadora, no se le pierda el
papelito amarillo con semejante nota.
Pu-blí-ca-te.
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