miércoles, 23 de noviembre de 2016

Crucesss. El desafortunado encuentro entre el Coco Fariñas y Samantha Power, queda definido por una notita amarilla.


Hola queri-dos(as):

Me arden los deditos solo de pensar en la nota que estoy escribiendo queri-dos.

Recientemente el hombre más hambriento de la High Society opositora, Guillermo Fariñas, se reunió con Samatha Power, la rubia americana que es embajadora de Estados Unidos ante la ONU. Y dicen las malas lenguas que el pobre Coquito hambriento fue a trasquilar y salió trasquilado.

Por lo que me cuentan, míster Coquito hambriento fue a pedirle a la regia rubiecita que le tirara un salve – como dicen en Cuba – (qué cosas tienen estos cubanitos) para que el Parlamento Europeo lo nombre asesor en tema de Derechos Humanos en Cuba. Si, como lo leen queri-dos.

Pero la cosa no para aquí.

Míster Coquito hambriento, fue con dos javitas, la de la extraterritorialidad de la rubia regia y la de impacto nacional, y luego de pedir el primer deseo, se lanzó al segundo y al tercero. Lo próximo que pidió fue que se le consiguieran contactos en el sector académico de Estados Unidos, para impartir conferencias regulares en distintas universidades (todas de prestigio) sobre el tema de los Derechos Humanos y su lucha personal en Cuba.

La parte cómica es que la rubiecita regia, acostumbrada ya a las hambres prolongadas del Coquito, y sabiendo de los aguacates de Doña Marta Beatriz (la viejita del poder), le dio la única respuesta posible en un caso como este: “Tomaré nota, pero sin comprometerme en nada”. Bravo!!! Qué talento!!!! Que diplomacia!!!! Bra-ví-si-mo queri-da!!


El Coquito hambriento salió con el rabo entre las patas, y la esperanza de que a la habilidosa embajadora, no se le pierda el papelito amarillo con semejante nota.


Pu-blí-ca-te. 

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